- Treinta y cinco ¿A qué me conservo bien? -bromeé poniendo mi mejor sonrisa- Bueno, vale, solo tengo un año más que tú -respondi tras pensar durante un par de segundos, las matemáticas no eran lo mio- Oh... ¿y vives cerca de aquí? -pregunté, la chica no estaba mal... tal vez pudieramos quedar un día.